Acerca de

Pertenezco a ese grupo de personas que por mucho tiempo tuvo dudas y preguntas acerca de su fe, pero que simplemente las mantuvo en silencio para no correr el riesgo de ser juzgado, criticado o rechazado. Aún llegue a pensar que podía ofender a Dios si cuestionaba las enseñanzas que tradicionalmente han sido aceptadas como la verdad.

Cuando acumulas tantas dudas y sospechas eventualmente terminas en una crisis de fe y en lugar de alejarte de los sistemas religiosos rígidos que te llevaron a ese estado, terminas alejándote de Dios.

Lo sorprendente es que, aunque quise alejarme de Dios, termine encontrándolo en los lugares menos esperados. Con el tiempo descubrí que las crisis de fe que experimente, nunca fueron en sí contra Dios, sino contra los conceptos limitados que me habían enseñado acerca de Él. Me di cuenta que las dudas y preguntas que siempre tuve, y aun sigo teniendo, son solo parte de la necesidad que tenemos de vivir y experimentar una nueva forma de caminar con Dios.

¿Para qué un blog?

En primer lugar, este blog es parte de mi búsqueda personal por conocer, entender y relacionarme con Dios desde una plataforma que vaya más allá de los conceptos religiosos tradicionales a los que por tanto tiempo lo hemos encasillado.

Segundo, es un lugar para hacer una conexión con la sabiduría, las verdades profundas y los principios espirituales presentes en la Biblia con el entendimiento actual de la vida y el mundo que nos rodea. No pretendo armonizar la razón y la fe, sino hacer uso de ellas como diferentes peldaños a subir en la escalera del crecimiento y desarrollo espiritual.

Por último, este es un espacio para reflexionar, preguntar, dudar, trascender conceptos, e ir más profundo en las raíces de nuestra propia fe.

Oíste que fue dicho…

Jesús enfocó gran parte de sus enseñanzas en renovar el entendimiento que el pueblo tenía acerca de la ley y de Dios. En lugar de mostrar a un Dios vengativo, les enseñó a uno que ama y perdona a sus enemigos. De esta manera, llevó a sus seguidores a trascender los conceptos rígidos y legalistas que la religión de su tiempo les imponía.

Dios sigue siendo una buena noticia, debemos verlo y mostrarlo a otros en una manera que sea reconciliable con la racionalidad pero que al mismo tiempo la trascienda y llene la necesidad espiritual que hoy más que nunca es evidente en el mundo.

 

Espero que podamos ser compañeros de viaje en el camino que Jesús marcó y juntos podamos crecer espiritualmente

Josué Rivera